Antecedentes
En el 2015
llevé a cabo con la ayuda de voluntarias y voluntarios la intervención “Trapos
sucios”, tradicionalmente se denominaban trapos sucios a aquellos
eventos que se escondían, que se ocultaban, los trapos sucios era algo de lo
que, por ejemplo una familia, no podía sentirse orgullosa. Mi pieza “Trapos
Sucios” nos recordaba
una de estas realidades de las que como sociedad no podemos sentirnos
orgullosos, Trapos Sucios nos hablaba de las violaciones que
ocurren anualmente en nuestro país. Una estadística escalofriante, mil
doscientas ochenta y siete
mujeres fueron violadas en el 2013 (mucho mayor si se tiene en cuenta que sólo
recoge violaciones con penetración y denunciadas).
Este pasado
2019 sentí la necesidad de retomar estas estadísticas y para mi sorpresa el
número de violaciones anuales ha subido a 1898. No está claro si esto se debe a
un aumento de las denuncias o a un aumento de las violaciones pero en cualquier
caso el número es sin duda escalofriante.
La pieza
La
cuidadora de bragas nació como personaje durante la realización de esta
intervención. Ante la avalancha de bragas enviada por mujeres de todo el mundo
creció en mi una emoción del todo devastadora y que tenía que ver con la
intimidad que revelaba la braga. A menudo las las bragas eran enviadas en cajas
ordenadas con sumo cuidado. Al abrir estos paquetes me invadía una sensación de
intimidad que magnificaba el delito que la pieza denunciaba. La violación en
todas sus formas es un acto horrorífico que daña la autoestima y priva a las mujeres de su intimidad
y derechos sexuales a menudo dejando secuelas de por vida. Durante el periodo de preparación
cientos de mujeres respondieron a mi llamada de donar una braga y dos trabas de
ropa para la pieza. Este material lo he guardado durante estos años y ahora vuelve a ser útil y
relevante en esta nueva performance/denuncia. Al mismo tiempo me ha
transformado en la cuidadora de bragas, rol que asumo en esta nueva
performance.
Sin embargo
debido al aumento tan grande del número de violaciones me veo en la necesidad
de hacer una nueva llamada a todas aquellas mujeres que quieran con su donación
alzar la voz contra esta terrible lacra social que se perpetua ya por milenios
y en la que la libertad sexual y los derechos sexuales de las mujeres se ven
comprometidos a través de la violencia.
La
cuidadora de bragas se encarna en una superheroína cuyo objetivo es la lucha
por la erradicación de la vilencia sexual y en esta pieza transformo el acto de
cuidar de la ropa (en este caso de las bragas) en un acto de reivindicación del
cuidado de las mujers y sus derechos.
Coincidiendo
con la celebración del día contra la violencia de género presentaré la pieza en la que me dedicaré al
cuidado de las bragas donadas y su exposición visual de forma que la audiencia
se pueda percatar de la magnitud del problema de la violencia sexual contra las
mujeres.
Background
In 2015, with the help of volunteers, I carried out
the intervention "Dark secrets", traditionally sexual abused was hidden and today we still carry the consequences of this practice. A chilling statistic, one thousand two hundred and eighty-seven
women were raped in 2013 (much higher if one takes into account that it only
collects penetration reported rapes) pushed me to do that piece.
This past 2019 I felt the need to return to these
statistics and to my surprise the number of annual rapes has risen to
1898. It is not clear if this is due to an increase in complaints or an
increase in violations, but in any case the number is definitely chilling.
“The guardian of the panties” was
born as a after the piece “Dark secret”. In
the face of the avalanche of panties sent by women from all over the world, a
completely devastating emotion grew in me, which had to do with the intimacy
that the panties revealed. Panties were often shipped in carefully ordered
boxes. When I opened these packages, a feeling of intimacy invaded me that
magnified the crime that the piece denounced. Rape in all its forms is a
horrific act that damages self-esteem and deprives women of their privacy and
sexual rights, often with lifelong consequences. During the preparation period,
hundreds of women responded to my call to donate a panties and two clothing
ties for the piece.
financiada por la Consejería de Igualdad, Diversidad y Transparencia del Cabildo de Gran Canaria.
Fotografía Thomas Peter Proffe.